miércoles, noviembre 06, 2013

Conducir

Aún recuerdo a aquel tipo escribiendo de cabeza mientras va recorriendo las calles de Madrid abordo de su coche. Era en uno de aquellos programas de La 2. Las luces parecían entrar en su primer plano a conversar con él y con su poema que recitaba en silencio, que leía de cabeza mientras conducía. Parecía marchar por una gran avenida pues apenas giraba el volante. La cámara, su rostro, el fondo tornasolado de luces, la respiración de las palabras, la voz en off... Me pareció una bella manera de presentar la lectura de un poema. Esto hace muchos años y fue otro de mis giros a la hora de entrar en la poesía, de comprender cuáles son los territorios de la poesía (si no son todos). No sé si era en Metrópolis, o en La Luna, o en...

Conducir, yo no sé conducir.

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