miércoles, enero 29, 2014

Burgos, 2013 (verano)

Abajo, escuchando a Bach.
El papel autógrafo de 1779.
Arriba, el cielo constantemente arañado por continuos aviones
que obligan a germinar nubes rizadas, cirros: la arena azul de grano crepuscular.
Abajo, versiones de Paul McCartney,
y domingo / repicar de campanas.
Arriba, el trasiego de diminutos cristales que dejan tras de sí un estela
que conforma celdas y celdas de irregular consistencia.
(La ventana y la contraventana. Cuadro de aquí y de ahora. Marco:
sacar la cabeza como un gusano que no comprendiera el porqué de su pequeñez,
sobresale de la caja enorme donde
¿quién no ha observado alguna vez este cielo azulísimo, claro, que restaña
un poco la herida de nuestra conciencia?)

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