miércoles, enero 22, 2014

Charles Lavaigne

Hace unos meses en aquella tarde en la que sales de casa por la tarde casi pronto y te metes en un bar al que sueles ir a altas horas de la noche y es entonces cuando te encuentras con una actuación que te deja seco. Sorprendido de que el mismo tipo al que has visto desde hace tiempo se marque unos temas con una voz que rompe convenientemente rasgado, que imprime un ritmo del que es difícil salir porque es capaz de dar cada vez más matices a la voz y a la melodía. No hay que perdérselo porque si te despistas te encontrarás que estás escuchando metal cuando hace tres minutos parecía un Ray Lamontagne, pongo por caso. Paz y desorden, ruidismo y calma, todo ello en uno. De uno a otro extremo sin necesidad de alforjas pues se acompaña de una guitarra.


(qué pena no haber encontrado un tema mejor grabado pero esto puede ser una pequeña muestra. Y así fue aquel concierto, de menos a más, por supuesto. Old style)

No hay comentarios: