domingo, junio 07, 2015

Varias personas en varios tiempos haciendo varias cosas a la vez


Nadie me había dicho hasta ese momento que me parecía al de los Young Fresh Fellows y fuiste tú el que me lo dijo.
Te dije que me lo apuntaras en una servilleta pues mi ignorancia, qué quieres que te diga, cariño,
llega hasta límites insobornables.
Estas cosas siempre se llevan con cierta resignación.
Por favor, pongan un poco de destrucción en los bares. El tequila no suele ser bueno. El tequila debe ser un señor delgadito y satánico que te entra hasta el corazón con una pequeña llamita azul de gas y te limpia para luego violentamente echarte sobre aquella pared de acero que tienes en la conciencia...
Además me crucé con un orangután rabioso y decidí no entrar en aquel bar ganas de partirle la boca.
Llevé mi camiseta de la marihuana. La conexión Sao Paulo funcionó pero creo que aún te duraba el jet-lag. No oíste a la dama decirte que llevaba cinco años casada. Te quedaste en el primer capítulo cuando aquello que suele ocurrirle a todo el mundo en estos lares: "Trabajo en un bar pero esto no es parte de mi vida. Este no soy yo. Hay que salir de aquí cuanto antes". Y un largo etcétera que no me atrevo a repetir. El camino es lo que haces mientras colocas un pie delante de otro.
Cierro yo la puerta con la cantinela de aquí no se puede hacer, ergo, hágaselo usted mismo pero no espere nada a cambio. Es más, espere todo en cualquier día. . La felicidad, que decía Chaplin, en aquella su primera película como director y en la que no aparece, Una mujer en París, es servir a los demás".

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