viernes, octubre 14, 2016

Hay churros por la tarde

Glenn Gould, Marcha turca


He adelantado en la calle por la izquierda
al nuevo poeta beatnik de Lavapiés.

Sin verme apenas
creo que ni ha percibido
mi presencia.

No quiero saludarle,
no quiero
sacarle de sus pensamientos.

Una vez lo hice y
noté
cómo
sus ojos
volvían a sumergirse
en esta realidad de mal pan y peor circo.

Camina con su propia marcha turca.

Sus hombros saben soportar
el mismo peso pero no cambiante
de la desilusión
como un Atlas humano
que hubiese olvidado
el motivo de su visita
a este orbe
devastado por la estupidez.

No hay comentarios: