viernes, diciembre 30, 2016

El lector

Fue en estas cuando se le acercó la camarera. Recuerda que leía un libro de Casavella, el del enano. Se acercó a él y le preguntó si se podía concentrar con ese ruido. Él respondió que 'apenas', pero que servía porque si la historia se desarrolla en un bar él debía bajarse a un bar a leer. "¿Y si la historia transcurre en una jungla o bajo un volcán activo...?" -le dijo la camarera con media sonrisa. El tipo no se arredró contestando así que más de una vez había tenido que viajar a lugares más difíciles para acabar una novela.

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