jueves, septiembre 25, 2008

A diferencia de las cartas tradicionales, Internet es un desierto congelado.
En las cartas por lo menos quedaba el alivio de comprobar cómo se había formado la palabra al escribir, es decir, el pulso de la persona que la escribe. Su estado de ánimo quedaba, se impregnaba en aquel papel en blanco, por nimio que pareciese. En Internet no hay nada de eso. Internet es una pantalla donde nuestras palabras surgen congeladas, como alimentos precocinados, todos saben igual: a conservantes, colorantes y todo tipo de "Es". Internet no sirve en absoluto para el amor, por ejemplo. Sirve para que se conozcan dos personas completamente desconocidas pero no para intimidades, para gestos, para temblores...

2 comentarios:

mercedes dijo...

bueno...cuando escribes en un tecladopantalla también queda el estado de ánimo, no quedan sin embargo los olores. En cuanto al amor, aunque no sirva para tal, al menos sí que remueve y quién no se ha desconectado alguna vez con una sonrisa en los labios y el pecho abultado.

un beso (recien cocinado)

alf ölson dijo...

Gracias, Mercedes, por tu comentario. Queda el estado de ánimo en el texto porque es parte del texto, cierta sustancia profunda, pero a lo que yo me refiero es al trazo que la pluma o el bolígrafo deja sobre la hoja de papel. Eso denota.
Gracias de nuevo, un beso.