lunes, octubre 29, 2018

Guest, José Luis Guerín

Una mujer peruana, una anciana ciega, en una chabola de las afueras de Lima, el extramuros en los que se convertirán en unos años todas las grandes ciudades europeas a modo de distopía donde la miseria, la locura y la lucha por la vida se darán cita diariamente. 
Guerín con su cámara, invitado una vez más a un festival de cine, se ha alejado de manera consciente de los tránsitos y lugares habituales por los que discurren los acostumbrados turistas. Se encuentra ahí. Se ha alejado de la Ciudad, para atravesar todo tipo de situaciones y lugares, para internarse. (Me recuerda a ese periplo y documental que realizó García-Alix, donde incluyó sus imágenes y sus letras, con su cámara a cuestas, por las afueras de la gran ciudad china, donde descubrió enormes y altas moles de cemento donde vivían miles de familias hacinadas). 
Una anciana ciega. Un rostro ajado, un palimpsesto vivo donde han concurrido miles de historias vivas. Le dicen que tiene una edad indeterminada pero que seguro sobrepasa los cien años. Guerín decide preguntarle: "¿Qué es lo mejor de la vida?", a lo que la anciana le responde finalmente: "La claridad del día, la luz que tiene el día". Se levanta y se encamina fuera de la casa. Una casa baja que comunica directamente con la calle. Se encuentra junto al portón. Casi ya en el umbral vuelve a repetir: "La claridad del día". Fuera, es todo gris y no deja de llover.


(Somos invitados a esta
la vida,
un chispazo momentáneo de conciencia,
un ser entre Nada y Nada.

"Invitado", reza la credencial junto a la mesilla.
Cuatro paredes y un segundo para recordar
o decidir dónde estamos, incluso
hasta quiénes somos, qué hemos venido a hacer aquí
y si realmente he despertado.
La sensación es ineludible. Estoy aquí, ahora,
soy un invitado a un nuevo día.
Fuera, la claridad se entromete,
inunda mis ojos, mi conciencia.
¿Realizaré las labores acostumbradas,
araré de nuevo mi campo, amaré a los míos,
respiraré con calma al atardecer,
me podré al fin reconocer en mis manos,
en los ojos que amo,
en el cariño que prodigo...?

Soy un invitado,
un pasajero que transita sin un destino
prefijado, que debe encontrar cuál es el motivo de su viaje
ya sea en los que conmigo marchan o con los que me encuentro,
en los lugares que visito y abandono, en lo que aprendo,
en los ruidos, sonidos, olores y colores que me inundan
y hasta sabores, que regalan o destrozan mis sentidos...

Soy un invitado.
"Bienvenido", me digo.
"Espero que disfrute de la estancia", aclaro con cierta sorna.
"La claridad del día", vuelvo a repetir.)



"Guest" - José Luis Guerín from Sílvia Nadais Sousa on Vimeo.

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