en la orilla.
Detrás,
la luz
como una señal
del presente,
contra mí.
La última arboleda
viejos, tanto como yo,jóvenes, tanto como yo,
álamos & chopos,
hasta el cielo coronado
una fría y lejana
oscuridad
tanta como el río lleva
en el agua fresca,
a mis pies,
divagando
con el camino tallado
por la ribera.
(No sirve, no sirve, no sirve).
Detenido hante todo eso
¡y quién no quisiera entrar en el destello del agua,
y desaparecer!
Unirse, por fin.
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