estás ahí no sé por qué me siento tan atraído por ti
tal vez porque te vi aquella mañana tan opaca y de yeso frio como la vieja caricia de la nieve
un domingo
pediste churros tu enorme perro a tus pies era demasiado tarde ya no había churros
apenas crucé unas palabras contigo yo miraba el móvil era un espectador más, repetido
y tu vestías una tela cruda que alcanzaba tus tobillos
la cara lavada el pelo esa manera queda de hablar con las palabras pronunciarlas
esperar
* * *
esta noche te he seguido con la mirada
no sé qué quiero de ti
* * *
tan fina y ronca como una espiga en el centro de la garganta
amarilla i llena de sol i tristeza i que no molesta liviana como el ojo de una nube
así me parece tu voz
* * *
las olas de cabezas, las peticiones de goma de borrar que tragamos
el continuo manejar y esquirlas en las manos guijas las palabras
y un reflujo de colores que son cabezas ojos llenos de murallas y temblor
la manera de circuncidarse la pasión o no me importa ser esta pared con la que nadie conversa
incluso para ti, para ti decirte adiós ahora, marcharme
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