jueves, abril 30, 2009


El Ángel de Cuadernos del Matemático

Recogí la revista en Correos. Era tan hermosa, tan grande, tan compacta que decidieron que no había cartero que la depositara en mi buzón.
Cuadernos del Matemático
pesa, pero pesa más cuando se sabe que son 20 años, que las portadas las han hecho pintores e ilustradores y en este caso, por ejemplo, un fotógrafo que a mí me parece muy grande y muy honesto en su trabajo: Alberto García Alix; pesa por los 20 años de poesía de poetas tanto inéditos como consagrados o con un nombre en el Parnaso español y mundial. Vale y mucho. Ayer me dispuse a caminar con la revista, a que me contara cosas, a que me abriera sus puertas, encontrarme en sus páginas, mmmmhhhhhrgggggg!... y también me encaminé hacia la Filmo.
El calendario del móvil me había advertido que esa tarde echaban doctor Mabuse que me había perdido (me despisté) la última vez que la proyectaron. Fui allí derechito, con esa cajita de textos bajo el brazo. Con su camisa, que los acogía a todos ellos.
Me senté junto a la entrada y me puse a leer el poema de El Ángel. El Ángel tiene una mirada azul, intensa y azul en las fotografías que acompañan al poema. Su cuerpo es un barco que se sostiene con una quilla que ha surcado los mares de la soledad, de los descampados, del amor por Ana Curra (por ejemplo), del jaco, del asco, de los estercoleros, de la vergüenza, y que ha ejercido el derecho al pataleo porque lo ha perdido todo o porque no tiene miedo, o porque no tiene miedo... (porque el miedo es muy importante cuando se recurre al pataleo). Sabe lo que es el amor, el amor y la sangre. El cuerpo de El Ángel es una quilla majestuosa que se ha ganado los ojos del mar, se ha ganado los ojos del pirata más áureo, y que no se ha ganado el cielo sino el mar.
Leía el poema de El Ángel junto a la puerta de la Filmo cuando una voz dijo en las alturas "Pues para ser el Tren Vertical no parece estar muy vertical...". Y lo repitió porque andaba enfrascado, reduciéndome a mis propias y diminutas, muy diminutas cenizas por ahora, y ahí estaba David de Vacaciones en Polonia. Siempre "con Vacaciones", desde que hace unos años, junto con otros elementos, comenzó con la revista más underground, más currada, más cabrona del panorama incendiario y refractario de este jodido Madrid. Nos fuimos a tomar un café. Iba con unos amigos. Nos metimos en un bareto de esos clásicos, de los de siempre, de los barra-barricada de aluminio y allí que nos pusimos hablar los cuatro de que para el próximo junio estaremos por la memoria de Quico Rivas en la sala Cruce. Que hay que organizar un recital refractario. Imagino que, en sí, la poesía ya es refractaria cuando se hace de verdad y se siente de verdad, es decir, para qué andar con rodeos cuando es poesía, lo demás es estética y mentirijillas que de vez en cuando nos podemos contar a nosotros mismos, mentirijillas que suenan de puta madre pero que son harapitos para el vacío, mierdita, caquitas de mosca. En eso quedamos, él va a estar a partir del 15 en Madrid y ahí estaremos. Intentando, por mi parte, escribir algo sobre la utopía para "sus" Vacaciones.
Me encontraba en el wáter de la Filmo cuando se me cayó la revista al suelo y al recogerla una hoja de papel del culo atravesó la contraportada y la rajó. Comparé a ambos papeles. Una portda de papel-cartón, dura, había sido sajada por dos finas capas de papel del culo. La sensibilidad, la "debilidad" atravesando el cartoncillo de la cubierta de una revista. Sonreí. Me acordé de El Ángel. Pienso que los muertos nos sonríen de vez en cuando, que juegan con nosotros a algo divertido... lo bueno es estar abierto, abierto a sus pequeñas bromas, bromitas de muertitos.
Después del doctor Mabuse, película muy techno, muy moderna, en la que el doctor parece llevar lentillas de ojo de vaca, de la misma vaca que Buñuel. Al final acabé con el Fer porque Pelo-Sucio salió justo en ese momento cuando pasaba por delante del bar y me saludó como se saluda la gente en Tenerife. "Qué pasa muyayo, qué haces" y se ponen a bailar delante de ti con las piernas en X y yo qué sé, claro que exagera lo suyo pero es que también es actriz y además le gusta mucho hacer el payaso como a mí y nos reímos y vale.
El enlace podéis encontrar una entrevista con Ana Curra, que a mí me parece muy interesante donde habla de sus comienzos en Los Pegamoides, Parálisis, Los Escaparates (con El Ángel), la muerte de Eduardo, la mezquindad en el mundo musical y las faenas que le han hecho, las drogas, el SIDA, y la muerte de El Ángel, Poética en el Festimad, y sus trabajos posteriores, muchos y con una facultad para desaparecer haciendo... que es lo que me gusta a mí, y que nadie haga dinero por la puta cara con tus muertos, tu vida o tu historia.
( La Curra en: http://fuckmeimtwee.blogspot.com/2006/11/una-noche-con-ana-curra.html
y las fotos de Alberto García-Alix, http://bajoelsignodelibra.blogspot.com/2008/12/alberto-garca-alix-de-donde-no-se.html)

2 comentarios:

benyrema dijo...

saludos alf. primera vez que entro.

Anónimo dijo...

El Ángel lo fue desde que nació. Así lo decía su madre, la mujer más íntegra y maravillosa que yo he tenido el placer de conocer. Cuando era niño, sus ojos azules y su esbelto cuerpo fueron cautivados por la música. Todo en una casa, en un hogar, donde el arte ha sido el motor de los que la habitaban. Recuerdo con dolor las veces que ella llamaba a mi casa para que mi madre la acompañara a rescatar a El Ángel, que con sus alas destrozadas por la heroina ya no era capaz de remontar el vuelo. Sólo lo hacía en unos versos rotos por el dolor de la pérdida, del arrepentimiento y sí, del MIEDO. García-Alix plasmó como nadie el alma profunda de aquel chico de mirada tan tímida como cristalina.

Dejo esto de su libro "Los planos de la demolición":
"Huyendo, huyendo en la frontera, sigo huyendo siempre
matando pedazos de vida y amor en cada lugar por el que paso
preguntándome quién soy y queriendo ser Billy the Kid
encontrando sólo un paranoico que se escabulle tras el espejo".

Un saludo y me gusta mucho tu espacio.

Lola Delsinpecado.