miércoles, septiembre 07, 2016

La niña, la gran empresa, los barqueros

Al pasar la barca le dijo el barquero:
"Las grandes empresas no pagan impuestos".

"¿Por qué, por qué?" -le dijo la niña bonita al barquero
que sola solita se había quedado en la otra orillita
sin ánimo, ni solaz ni juego.
"Porque-porque la gorda empresa ha de pasar primero,
para dar tortura al espíritu obrero
en la fábrica oscura
al otro lado de la clásica laguna
que contaminó con el sucio esputo de su codicia
y de su deseo huero".

La niña bonita llorando quedó
vino la avecica a darle consolación,
matola el gran empresario
y sus huesos rebañó,
y el barquero majo, entre tanto,
por Caronte esta vez
se cambió.

La niña bonita que en valentía se armó
con armas buenas que de razón dio
subió en la de Caronte
creyendo que sí,
que a la gran empresa
le iba a dar su bien merecido
su bien merecida paliza
su bien merecido palizón
pero Caronte con voz quedita
con la niña bonita se quedó.

¿¡Dónde estás niña bonita!?
¿¡Dónde estás, mi gloria y son!?
En el fondo de la fosa
con las manitas blancas cruzadas,
toda ella es un sol.
¿¡Dónde estás niña hermosa!?
¿¡Dónde estás mi bien en hoy!?
En el fondo de esta rosa
que pronto florecerá
y será para ti amor.

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