jueves, febrero 16, 2017

Trasnoche

Sí, realmente este blog es demasiado aburrido, pero no sé, no quiero, no puedo hacerlo de otra manera.
Prefiero pasear por las calles de Madrid de madrugada solo y drogado
hasta que me deslumbre el sol en mitad de la calle
dormido en un banco, mis gafas caídas en el suelo,
hoy no hay colegio y nadie sabe su nombre. Los críos desayunan felices con sus padres felices.
Aunque todos los días duelan, hoy permanece mi gusano dormido.
Gran número de casas abren y cierran sus puertas con alegría.
El ruido oscuro de los automóviles, algún que otro cierre metálico.
Vosotros bailáis para mí, os he reconocido,
os saludáis humildemente entre vosotros
y ejecutáis la más bella danza.
Ahora entiendo, hoy sí. Hasta aquí. Bebiendo y sufriendo
para asomarse a un diminuto agujero que no ha sido salpicado aún por la repugnante realidad,
aquella que desde siempre nos han impuesto como un cartel enorme,
un viejo estómago al que dedicamos todos nuestros deseos, todas nuestras oraciones. La pureza,
¿la recordáis aún?


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