sábado, marzo 19, 2011

este es el poema que dije que perdí el otro día en el refléx-iones rock


Poema eléctrico

2111 personas a lo largo y ancho del andén
aguardan la llegada del vagón.
Frente a mí, y siguiendo el compás
de la música que trastorna mis oídos,
surge Allen Ginsberg
con enormes zapatos de avellana.
Cuelgan de sus manos bolsas de la compra
y viste una amplia camiseta en la que se escribió
“Amo a la Gran Paranoia”
-bolsas que se encuentran dispuestas a romperse
y verter de inmediato el contenido
en cientos, miles, minúsculos papelitos de confeti
que se aventarán en conveniencia
y tocarán la cara de todos
como si fueran ese limpio soplo que en el Todo se reúne.

(No sé si casualmente / por error / con intención oculta / con ánimo de juego o farsa ilusa
mi despertador esta mañana no ha chillado “iggy pop search and destroy”
-poco destroy para tanto search-  
pero justo enfrente del kiosko de la ONCE
se encontraban Riqueni, un personaje de Lavapiés y detrás de estos,
un par de pies negros sonrientes que seguro que han reconocido de inmediato al maestro.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Riqueni, ¿el guitarrista?,
ves mucho personaje últimamente.

y yo te vi sombrío (en el reflex).

mercedes

alf ölson dijo...

Sí, el gran Riqueni. A quien veo de vez en cuando paseando por el barrio.
Un abrazo,