lunes, septiembre 15, 2008

Para amarte a ti...

Para amarte a ti
he odiado a todo el mundo.
Para conseguir que me amaras arrasé mis huesos
sobre pira de ansiedad y de ceniza,
y me revolqué en el cieno,
y soporté rechazo de los que aún me imploraban
que no lo hiciera.
Pero te he seguido como un perro
cruel, rabioso, sin escrúpulos,
como un pájaro sin alas ni horizonte,
como un vulgar relleno de paja mojada y de testículos.
No me queda dignidad, ni sangre, ni alma,
todo ello lo arrojé al pozo de tu olvido.
¿Y ahora qué?
¿Cómo acabar?

Si tan solo me quedara un susurro para invocar tu nombre...

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